Por todos es sabido que los vehículos eléctricos ofrecen numerosas ventajas frente a los coches de combustión. Hoy hablaremos de la frenada regenerativa, una de esas ventajas que más curiosidad despierta entre todos los que se iniciar en el mundo de la Movilidad Eléctrica y que más sorprende cuando se descubre su existencia. ¿Cómo funciona?, ¿Cómo afecta a la autonomía de tu vehículo eléctrico?, ¿Cómo sacarle el máximo rendimiento? ¡Te lo contamos todo en las próximas líneas!
Un vehículo eléctrico está repleto de tecnología en todas sus facetas: confort, seguridad, rendimiento… Todo se diseña con un objetivo común: hacer el coche lo más eficiente posible. A nadie se le ocurriría conseguir unos kilómetros extra de autonomía gracias a la frenada con un coche de combustión. Con un vehículo eléctrico todo esto es posible. Y te adelantamos que será una funcionalidad a la que saques mucho partido en tu día a día en tus traslados urbanos y durante tus viajes en carretera.
¿Qué es la frenada regenerativa de un vehículo eléctrico?
Podríamos definirlo como el sistema que en coches eléctricos (o híbridos) permite aprovechar la energía cinética del propio vehículo para convertirla en energía que permita cargar sus baterías. En otras palabras, el sistema que puede aprovechar el movimiento del coche para generar energía y cargar sus baterías.
El motor o motores conectados a cada eje o rueda del vehículo pueden funcionar en ambas direcciones. Si funcionan en la misma dirección que en la que circulamos estarán entregando movimiento al eje o a las propias ruedas, haciendo que el vehículo pudiese circular. Cuando funciona en dirección inversa (sentido contrario a la circulación) entrará en juego la frenada regenerativa.
¿Cómo se activa la frenada regenerativa?
Por lo general hay dos formas de poner en funcionamiento este sistema. Por un lado y seguramente la más obvia es cuando pisamos el pedal de freno. En ese momento el motor (o motores) empezarán a funcionar como generadores de energía eléctrica. Esta energía, a través del inversor se enviará directamente a las baterías del vehículo. El resultado es sencillo: el vehículo se cargará.
Pero esto no es todo. Este proceso también se da cuando levantamos el pedal del acelerador. Por lo general todos los vehículos eléctricos tienen incorporado este sistema. Es habitual utilizar este tipo de conducción en vehículos eléctricos, utilizando únicamente el pedal de freno ante situaciones de emergencia o frenadas más exigentes. Además de proteger los frenos (ya que los usaremos mucho menos) estaremos recuperando autonomía con cada frenada.
¿Cómo afecta a la autonomía de mi vehículo eléctrico?
Este sistema nos permitirá ganar unos kilómetros extra en nuestro coche eléctrico. Es complicado estimar cuántos ya que dependerá de diferentes factores. Si circulamos por ciudad, lo haremos a bajas velocidades y las frenadas no serán muy exigentes. La cantidad de kilómetros que recuperemos será inferior a la que podríamos recuperar si nos encontramos descendiendo un puerto de montaña por ejemplo. En esta situación estaremos circulando a velocidades más altas y tendremos que levantar en numerosas ocasiones el pedal del acelerador o pisar el pedal de freno. Aquí la cantidad de kilómetros de autonomía que podamos recuperar, será mucho más grande.
